Mayo 07, 2024 [G]:

¿Qué está realmente en juego en La Haya?

Carlos Guevara Rodríguez, analista con una maestría en Relaciones  Internacionales, llega a la conclusión de que la naturaleza del problema marítimo no es jurídica sino geopolítica.


Jueves 8 de Junio de 2017, 10:45am






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La Paz, 8 de junio (Urgentebo).-  “El único modo en que Bolivia podría vislumbrar una posibilidad razonable de obtener una salida soberana al mar sería que las élites gobernantes en Santiago cambien el cálculo que actualmente hacen sobre los costos y beneficios de no dar la solución que Bolivia demanda. El único modo en que concebiblemente cambien este cálculo es que Bolivia logre aumentar los costos a Chile de no considerar seriamente una salida soberana al mar para Bolivia y, más bien aumenten los beneficios para Chile de hacerlo”.

Este criterio pertenece a Carlos Guevara Rodríguez, analista con una maestría en Relaciones  Internacionales, quien publicó en Página Siete, en las pasadas horas, un análisis titulado “Lo que realmente está en juego en La Haya”.

A iniciativa del presidente Evo Morales, desde el 2013 está en manos de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, el problema del enclaustramiento marítimo del país, fruto de la Guerra del Pacífico de 1879.

En este proceso, en marzo de este año, por intermedio del representante de Bolivia ante esta corte, Eduardo Rodríguez Veltzé, el país entregó la réplica con todos sus argumentos, y Chile tendrá dispondrá hasta el 21 de septiembre para plantear su respuesta.

Guevara Rodríguez inicia su comentario poniendo como ejemplo que en un partido de fútbol, cuando la pelota pega en el poste o travesaño la hinchada vibra, pero en última instancia esos momentos no sirven, sólo los goles se cuentan, los casi gol no.

Y, luego agrega que de la misma manera en el modo, en el juicio en La Corte de La Haya parecería que nuestra posición se centra en casi goles. Hay instancias en que Chile aparentó ofrecer solucionar la demanda de Bolivia de una salida soberana al mar con mayor o menor especificidad y nivel diplomático, pero no existe un tratado formal en el que Chile se compromete y se obliga a transferir un territorio específico de Chile a Bolivia con costa sobre el mar. Ausente ese tratado, seguimos perdiendo el partido, no importa cuántos casi goles se hayan logrado.

Si en términos del derecho internacional esos ofrecimientos de Chile de solucionar la demanda marítima boliviana son suficientes o no para que la Corte falle a nuestro favor, sólo lo sabremos una vez que se dicte sentencia, sostiene luego el analista.

Si este juicio concluyera con un fallo a favor de Bolivia, no se habrá logrado el gol de la victoria, porque esta instancia judicial no dirá “dar” salida al mar a Bolivia, sino “negociar”. Y, Chile tendrá dos opciones: repudiar el fallo o negociar con Bolivia.

Para Guevara Rodríguez, en el supuesto caso de que Chile opte por negociar, no significa que Bolivia esté en camino de obtener lo que quiere. Por eso, en cualesquiera de las opciones que La Haya le dé a Chile, el resultado final para Bolivia sería el mismo: no lograr una salida soberana al mar, lo que demuestra que la naturaleza del problema no es jurídica sino geopolítica. Esto no significa que el fallo de La Haya sea trivial.

Y concluye remarcando que “el único modo en que Bolivia podría vislumbrar una posibilidad razonable de obtener una salida soberana al mar sería que las élites gobernantes en Santiago cambien el cálculo que actualmente hacen sobre los costos y beneficios de no dar la solución que Bolivia demanda. El único modo en que concebiblemente cambien este cálculo es que Bolivia logre aumentar los costos a Chile de no considerar seriamente una salida soberana al mar para Bolivia y, más bien aumenten los beneficios para Chile de hacerlo”.

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