Julio 20, 2025 -HC-

Bolivia aun no puede competir con Argentina y Chile por el triángulo del litio

Chile, Argentina y Bolivia poseen el 54% de la reserva global de litio, pero tienen enfoques muy distintos en relación a la explotación del recurso


Sábado 17 de Junio de 2017, 5:15pm






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Salar de Uyuni, la mayor reserva de litio (Foto archivo)

Redacción central, 17 de junio (Publicado en portugués por Opiniao&Notícia, basado en The Economist).- El litio es una mercancía codiciada. Es el recurso esencial para la producción de baterías para smartphones, coches eléctricos y dispositivos electrónicos. Según Joe Lowry, presidente de Global Lithium, la demanda por el recurso se triplicará hasta 2025, dice un estudio publicado por The Economist y cuyo título es A battle for supremacy in the lithium triangle.

En contraposición a ese aumento, la oferta de litio está encogiendo, lo que llevó al aumento del precio de la commodity. Sólo en 2017, el precio de los contratos de compra de recursos se duplicó, de acuerdo con el diario Minerales Industriales, publicación especializada en materias primas.

Este escenario está atrayendo a inversores de diferentes partes del mundo para el llamado "triángulo del litio", que involucra a Argentina, Bolivia y Chile. Juntos, estos países concentran el 54% de la reserva global de litio. Sin embargo, los tres no comparten el mismo enfoque con respecto a la explotación del recurso.

Entusiasta del libre mercado, Chile está en posición de ventaja, mientras que Argentina intenta avanzar su producción. Bolivia no empezó a explotar sus reservas. Esta diferencia de enfoque da una visión de cómo los tres países sudamericanos tratan el emprendedorismo y la inversión.

Chile domina el mercado de litio desde hace décadas. El desierto de Atacama guarda la reserva de litio más extensa y de mayor calidad del mundo. Para completar, Chile está mucho mejor que sus vecinos en rankings que evalúan la facilidad en hacer negocios en el país, los niveles de corrupción y la burocracia.

Sin embargo, la posición chilena de productor mundial de litio está amenazada por el ascenso de Australia en la explotación de este recurso. Esto se debe a que, a pesar de ser mucho más inclinado al libre comercio que sus vecinos, Chile es menos liberal cuando se trata de litio, en relación al cobre, el principal producto de exportación del país. Este hecho se debe a leyes aprobadas en las décadas de 1970 y 1980, que catalogan el litio como un recurso estratégico para ser usados ​​en futuros programas nucleares.

Además, la producción de litio está sujeta a controles para la protección a los frágiles ecosistemas de los desiertos chilenos. Sólo dos empresas, la chilena SQM y la americana Albemarle, están autorizadas a explotar las reservas chilenas bajo un contrato de concesión hecho en la década de 1980. El contrato determina una cuota máxima de explotación del recurso.

Argentina, por su parte, intenta deshacerse de la antigua política proteccionista de Cristina Kirchner y convertirse en un mercado atractivo para la explotación de litio. Actualmente, por la Constitución del país, las provincias, no el gobierno federal, son dueñas de los recursos minerales encontrados en su territorio. Este método coloca a los inversores en una confusa red de legislaciones que cambian de acuerdo con cada provincia.

El actual presidente Mauricio Macri intentó desbloquear el acceso a los inversores en varias ramas, lo que incluye la explotación de litio. En cuanto llegó al poder, inició busca flexibilizar el control cambiario y eliminar las tasas sobre las exportaciones. Este hecho dio a los gobiernos de las provincias el estímulo que necesitaban, y pasaron a autorizar de forma más rápida el permiso para la extracción y explotación de litio en sus territorios. El próximo paso será armonizar las legislaciones de las provincias.

Cuando en el siglo XVI -en el territorio que ahora es Bolivia- fue fundada  la ciudad de Potosí en la cima de la llanura andina, en el sureste de Bolivia, la declararon "un tesoro del mundo, reina de todas las montañas y blanco de envidia de todos los reyes". Sus amplias reservas de plata financiaron por mucho tiempo el imperio español. Hoy, las reservas de litio son el blanco de la codicia, pero el gobierno boliviano es menos receptivo a los exploradores que en el período colonial. El gobierno del presidente Evo Morales nacionalizó partes de las empresas de petróleo, gas y compañías de telecomunicaciones y de energía.

Este control es aún más rígido en relación al litio. Desde 2010, el acceso a la explotación de las reservas de litio está restringido al gobierno. Las empresas privadas no pueden hacer más que observar de lejos la reserva de litio de Uyuni, cerca de Potosí, considerada la más grande del mundo.

El gobierno boliviano espera cerrar alianzas con empresas privadas para elaborar productos de valor agregado, como baterías y coches eléctricos. La asociación se haría a través de la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos. Sin embargo, la insistencia del gobierno en mantener una participación en la explotación desanima a inversores.

A pesar de eso, el gobierno de Morales viene tomando algunas medidas para atraer a inversores. Una ley de 2014 autorizó contratos bilaterales entre el gobierno y las empresas privadas (aunque la ley no contempla al litio). Otra ley determina las reglas para mediar disputas entre inversores extranjeros y el Estado, lo que reduce la incertidumbre generada tras la retirada de Bolivia de acuerdos internacionales.

Todavía falta un largo camino hasta que Bolivia pueda competir con Argentina y Chile por la supremacía en el triángulo del litio. Pero si el gobierno continúa con la apertura, puede ser que un día Potosí retome los días de gloria vividos en el siglo XVI.

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