13 de septiembre (Urgente.bo).- La economía creativa, también conocida como economía naranja, es un modelo que reconoce el valor de la creatividad, la innovación y la identidad cultural al abarcar sectores de la industria como el diseño, la gastronomía, la música, la moda, las artes escénicas y los medios digitales, donde las ideas se transforman en valor económico y este, a su vez, genera empleo, riqueza y, sobre todo, identidad.
En Bolivia, la economía creativa se ha vuelto más fuerte gracias a espacios académicos que buscan destacar el talento con oportunidades reales. Es así como se realizó un nuevo Foro Internacional de Economía Creativa, organizado por la Universidad Franz Tamayo (Unifranz), que en su tercera edición reunió a investigadores, emprendedores, artistas y gestores culturales para dar a conocer los desafíos y oportunidades de este sector.
Para la Unifranz, la economía creativa no es solo un tema de investigación: es parte de su apuesta educativa por formar jóvenes capaces de innovar y transformar la sociedad con sus propias ideas.
Entre los panelistas invitados al evento, destaca la investigadora académica Valeria Salinas Maceda, que tituló a su presentación “Clase creativa indígena: identidad y capital cultural étnico”, en la cual compartió su experiencia personal como parte de una generación que busca reivindicar sus raíces y transformarlas en oportunidades.
Citando a Richard Florida (2002), Salinas define la clase creativa como un término para “referirse a personas que tienen un talento especial para crear e innovar, con el que se puede englobar a artistas, científicos, investigadores, ingenieros que generan innovación, gastrónomos y todas las personas que generan creaciones nuevas”. Su historia refleja el núcleo de la economía creativa: rescatar lo propio y lo auténtico para proyectarlo hacia nuevos horizontes.
La académica dejó claro que la creatividad no se limita a los grandes productores de centros urbanos o a la influencia de tendencias extranjeras, sino que se alimenta de lo local, de lo ancestral y de las memorias colectivas que marcan a cada comunidad.
La necesidad de que se reconozca esta actividad radica en el impacto que tiene en el desarrollo económico a nivel mundial, según la vicerrectora de la Unifranz El Alto, Eve Gomez, quien asegura que el foro contribuye a esta causa.
"El objetivo de este Tercer Foro es justamente convocar a todos quienes conforman estas industrias creativas y que se reconozca que éstas generan desarrollo económico no solamente en el país, sino a nivel mundial. Es importante el impacto que todos estos creativos e innovadores tienen en la economía”, señaló Gomez a Urgente.Bo.
Por su parte, la gerente general de Gustu Gastronomía, Sumaya Prado, remarcó la importancia de este sector en generar desarrollo económico sostenible de maneras innovadoras, dentro de un contexto global marcado por desafíos que exigen creatividad.
“La economía creativa, en la actual coyuntura, obviamente reviste fundamental importancia: ahora, en las condiciones actuales no solo del país sino del planeta entero, tenemos que ser creativos, buscar soluciones creativas a los retos que enfrenta el mundo y las sociedades en cada país”, comentó en el Foro.
Voces y experiencias que transforman
El Foro también dio espacio a otras experiencias que ilustran el impacto de la creatividad en distintas áreas, donde relucen las historias de emprendedores como los chefs Marsia Taha y Coral Ayoroa, quienes han apostado por la gastronomía como una forma de contar quiénes somos y qué podemos ofrecer al mundo desde Bolivia.
También destaca Ramiro Sirpa Mamani, escultor y artesano alteño, quien con sus manos convierte el barro y la piedra en obras que rescatan el espíritu de su comunidad. Estas historias demuestran cómo la creatividad se convierte en una ayuda gracias a la tradición y modernidad.
En cada historia se refleja el poder de la economía creativa para generar empleo, construir identidad y abrir espacios de diálogo entre culturas.
Uno de los sectores más dinámicos
Según la Unesco, este sector representa el 3% del PIB mundial y genera 30 millones de empleos, mientras que en América Latina moviliza 124 mil millones de dólares. La economía creativa es hoy uno de los sectores más dinámicos del comercio mundial y uno de los que más empleos genera para jóvenes y mujeres. Su objetivo principal es dar valor económico a lo cultural y lo creativo.
En su tercera edición y tras el éxito en Cochabamba, el Foro recuerda la importancia de hablar de economía creativa en Bolivia y cómo significa avanzar hacia un modelo económico inclusivo y sostenible.
En Bolivia, este modelo representa una oportunidad inmensa. Jóvenes diseñadores, artistas urbanos, músicos, gestores culturales y emprendedores gastronómicos encuentran en la economía creativa un espacio para profesionalizar su talento y convertirlo en proyectos sostenibles.
Orígenes del Foro
El Foro Internacional de Economía Creativa nació como una iniciativa de la Unifranz para abrir un espacio de reflexión en torno a este tema. La primera edición se desarrolló en 2022 y sentó las bases para un diálogo interdisciplinario. La segunda edición en 2023 amplió la participación de invitados internacionales y alcanzó a un público de más de mil personas, fortaleciendo el interés académico y ciudadano en torno a la creatividad.
Este año, en su tercera edición, el foro se trasladó a El Alto, una ciudad donde la identidad cultural late con fuerza. La sede no fue casual: el Cholet Diosa Temis, símbolo de la pujanza alteña, se convirtió en escenario para discutir cómo la creatividad puede transformar no solo economías, sino también imaginarios colectivos.