Julio 05, 2025 -HC-

Ni gratis, partidos sin público: crónica de una pasión abandonada


Viernes 4 de Julio de 2025, 10:30am






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El fútbol boliviano atraviesa una de sus etapas más críticas en términos de asistencia de público y recaudaciones. En el torneo todos contra todos y la Copa por Series, los estadios muestran una imagen desoladora: gradas vacías, ambiente apagado y cifras que preocupan a dirigentes y jugadores por igual.

Causas estructurales y coyunturales

Crisis económica nacional: La escasez de combustible, el alza en los precios de alimentos y la falta de dólares han golpeado directamente el bolsillo de los hinchas.

Inestabilidad institucional: Sanciones de FIFA, conflictos dirigenciales y demandas judiciales han erosionado la confianza del público.

Éxodo de figuras extranjeras: La salida masiva de jugadores foráneos ha reducido el atractivo del torneo y la calidad del espectáculo.

Calendario fragmentado: La superposición de torneos, partidos entre semana y horarios poco accesibles han contribuido al desinterés.

Datos recientes de partidos (junio 2025)

Aunque no se han publicado cifras oficiales de recaudación en todos los encuentros, los reportes de medios y observadores locales coinciden en que la asistencia ha sido alarmantemente baja:

ABB vs. San Antonio (24/06, El Alto): Estadio Municipal vacío, con 400 personas en tribunas, y eso que el ingreso era gratuito.

ABB vs, Blooming (30/ 06, El Alto): Estadio de Villa Ingenio, 140 espectadores en las graderías ¿Se puede creer?

Aurora vs. Gualberto Villarroel (25/06, Cochabamba): Asistencia estimada por debajo del 20% de la capacidad del estadio.

Always Ready vs. The Strongest (26/06, El Alto): Incluso en este partido importante entre dos paceños, la asistencia fue muy inferior a la esperada, ocho mil personas y el Estadio de Villa Ingenio con sectores enteros sin ocupar.

Nacional Potosí vs. Bolívar (26/06, Potosí): Uno de los partidos más atractivos de la fecha, pero con una recaudación considerada “paupérrima” según los medios locales.

El caso más simbólico: Bolivia vs. Chile (Eliminatorias, junio 2025)

Incluso en partidos de la selección nacional, como el reciente Bolivia vs. Chile en El Alto, la asistencia fue baja. La prensa lo atribuyó directamente a la crisis económica y al descontento generalizado con el fútbol nacional.

¿Qué pasa cuando el fútbol deja de ser refugio y se convierte en reflejo de la crisis?

El divorcio emocional entre hinchas y clubes: La falta de identidad compartida, la desconexión entre las instituciones y sus comunidades, y la sensación de que ya no se juega para la gente, sino para los balances.

La ausencia de planificación estructural por parte de la FBF: Torneos desordenados, decisiones improvisadas, crisis dirigenciales que alejan al aficionado más fiel.

La pérdida de calidad del espectáculo: Sin figuras extranjeras atractivas, con campos de juego en mal estado y partidos sin narrativa, el fútbol ya no emociona… apenas transcurre.

Los clásicos como excepción: Son los únicos encuentros que aún convocan público en serio. The Strongest vs. Bolívar, por ejemplo, todavía moviliza pasión y asistencia, pero eso también revela el contraste: fuera de esos choques, el fútbol boliviano se vuelve invisible… incluso para su propia gente.

Y como si fuera poco, el arbitraje se ha convertido en otro factor de erosión. Los errores groseros, las decisiones polémicas y la falta de profesionalismo han sembrado desconfianza en los hinchas y en los propios planteles. En un torneo ya golpeado por la desorganización y la pobreza de espectáculo, algunos pésimos arbitrajes no son solo una anécdota: son una constante que daña la credibilidad del juego. Un tema recurrente, pero lamentablemente irresoluble en nuestro fútbol.

La urgencia de reencantar al hincha: No se trata solo de precios y horarios. Se trata de devolverle al fútbol su rol social, su capacidad de emocionar, de representar y de unir. Porque si el fútbol deja de ser la fiesta del pueblo. ¿Qué nos queda?

El fútbol global también juega su partido. Cada vez más los bolivianos eligen quedarse en casa para seguir los torneos europeos por televisión, con estadios llenos, figuras de renombre y transmisiones de alto nivel. Incluso eventos como el Mundial de Clubes despiertan más interés que nuestros partidos locales. El fútbol boliviano compite con un espectáculo que ofrece emoción, calidad y conexión internacional… y hoy, va perdiendo por goleada desde el living.

Entonces, que nadie se sorprenda si este torneo se juega en estadios con más viento que voz. Porque mientras los dirigentes aplauden entre ellos, la gente ya hizo su propio cambio: del cemento frío de la tribuna… al sofá con Champions League. Y así, el fútbol boliviano no muere. Pero se apaga lento, como un foco olvidado en un estadio sin gol.

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