La hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa pero prevenible; la práctica de hábitos saludables es clave. Bolivia, a través del Ministerio de Salud y Deportes, es parte de la iniciativa HEARTS —estrategia global de la OMS— para mejorar el manejo de enfermedades cardiovasculares, que se centra en mejorar la prevención, detección, tratamiento y control de la enfermedad en entornos de atención primaria, y que ya se aplica en seis departamentos del país.
Actualmente, la estrategia HEARTS se implementa en 70 establecimientos de salud distribuidos en La Paz, Oruro, Tarija y Santa Cruz. Para este año, se proyecta sumar 30 establecimientos adicionales en Potosí y Pando, lo que permitirá ampliar significativamente la cobertura y reforzar el acceso de la población a un diagnóstico temprano, tratamiento oportuno y seguimiento adecuado de la hipertensión arterial.
“También se ha trabajado en una guía clínica para el tratamiento de la hipertensión, desarrollada junto a especialistas, cardiólogos y sociedades médicas. Esta guía busca unificar los pasos para atender correctamente la hipertensión, desde la toma precisa de la presión arterial hasta la evaluación del riesgo cardiovascular. Además, incluye un protocolo de tratamiento estandarizado, pensado para que todos los equipos de salud utilicen el mismo esquema: uno que sea efectivo, accesible, de bajo costo y disponible dentro del Sistema Único de Salud (SUS)”, señaló la jefa de la Unidad de Prevención y Control de Enfermedades, Roxana Salamanca, en el Día Mundial de la Hipertensión.
La autoridad explicó que la hipertensión arterial, o presión alta, ocurre cuando la sangre circula por las arterias con más fuerza de la que debería. Esto hace que el corazón tenga que trabajar más de lo normal para mover la sangre por el cuerpo. Si no se controla, con el tiempo puede causar daño en el corazón, el cerebro, los riñones y otros órganos, aumentando el riesgo de enfermedades graves. Cuando la presión arterial se mantiene elevada de forma constante, puede incrementar significativamente las probabilidades de sufrir un infarto, un accidente cerebrovascular, insuficiencia renal y otras complicaciones graves de salud.
Entre los principales factores de riesgo para la hipertensión se encuentran la obesidad, los antecedentes familiares, la falta de actividad física, una dieta alta en sodio (sal), el consumo de tabaco y el alcohol. Todos estos factores pueden contribuir al aumento de la presión arterial.
En Bolivia se estima que el 15,9 % de la población adulta vive con esta condición, y más de la mitad desconoce su diagnóstico. Solo el 23,5 % de las personas con hipertensión arterial diagnosticada logran mantenerla bajo control.
Con la implementación de la iniciativa HEARTS, Bolivia da un paso firme hacia la prevención de enfermedades del corazón, cerebro y riñones, priorizando intervenciones efectivas como el control de la presión arterial, la promoción de hábitos saludables y el acceso a medicamentos esenciales.
Recomendaciones
La jefa de la Unidad de Prevención y Control de Enfermedades explicó que una alimentación saludable implica, principalmente, incorporar al menos cinco porciones de frutas y verduras al día, y limitar el consumo de sal a no más de una cucharadita diaria —idealmente, incluso menos—. Estos hábitos contribuyen a mantener una nutrición equilibrada y a prevenir enfermedades como la hipertensión.
Junto con la alimentación, también se está promoviendo la actividad física regular como parte de un estilo de vida saludable. La recomendación es realizar al menos 200 minutos de actividad física a la semana, ya sea caminando, haciendo ejercicio o cualquier actividad que movilice el cuerpo de forma vigorosa. Además, se sugiere incluir ejercicios de fortalecimiento muscular entre dos y tres veces por semana, especialmente en la población adulta.
Todas estas acciones forman parte de un enfoque integral de promoción de la salud, con el objetivo de reducir la incidencia de hipertensión arterial y mejorar la calidad de vida de las personas.
Por ello, la iniciativa global de la OMS busca mejorar la salud del corazón a nivel mundial mediante cinco acciones clave: HEARTS, que promueve una mejor atención para prevenir y tratar enfermedades del corazón; MPOWER, que lucha contra el tabaquismo; ACTIVE, que fomenta la actividad física; SHAKE, que busca reducir el consumo de sal; y REPLACE, que apunta a eliminar las grasas trans de la alimentación.
El componente central, llamado HEARTS, ofrece una estrategia práctica para que los sistemas de salud fortalezcan la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, especialmente desde la atención primaria.
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