Un ajuste durísimo, pocas veces visto, en el sector público de Argentina es lo queaprobó el gobierno de Javier Milei, dos días después de haber tomado el mando del Gobierno. Definió la devaluación del dólar a $800 (54%); el regreso de impuestos como Ganancias que el exoficialista Sergio Massa hizo bajar durante la campaña; la liberación de tarifas y precios de combustible; la eliminación de subsidios y hasta un intento de eliminar la fórmula de movilidad previsional, para reemplazarla por aumentos selectivos a jubilados por decreto, siempre y cuando haya fondos; y un aumento de impuestos, prometido solo para el período de emergencia. Así es el primer paquete de medidas de la nueva administración del vecino país.
Los anuncios de emergencia del ministro Luis Caputo tienen el mérito de no apartarse filosóficamente de las promesas de campaña de Javier Milei. Por primera vez en la historia del país, un candidato a presidente ganó la elección prometiendo ajuste y a menos de 48 horas de asumir el mando cumple anunciando un ajuste que hasta el propio Ricardo López Murphy confiesa que le da miedo.
Caputo insiste con un camino conocido para lograr objetivos económicos, que es simplemente volver a apelar al miedo a un mal mucho mayor. El ministro de Economía repitió sin problemas que si no se hacen cambios la "híperinflación" está a la vuelta de la esquina y hasta repitió la posibilidad de una aceleración de precios a 15.000%, tal como lo dijo Milei en su discurso de asunción del mando.
Esa sinceridad incluyó dos etapas: el anuncio inicial de 10 medidas, algunas conocidas y otras no tanto, que tuvo como eje central una devaluación del dólar oficial a $800, el recorte del gasto en la administración pública, la baja de subsidios y en contrapartida una suba de la AUH y 50 % en la Tarjeta Alimentar para calmar el impacto que tendrá en precios la devaluación y la desregulación de precios en combustibles y energía.
Más tarde llegó el resto que fue explicado a un grupo de economistas que Caputo citó al ministerio de Economía y que tuvo también explicaciones vía X (antes Twitter). Allí se reveló por primera vez la intención de reemplazar la fórmula de movilidad previsional por un sistema de suba por decreto, regulando así el déficit previsional con la lapicera presidencial; el recorte en sistema de pensiones y asistencia (a pesar de haber anunciado que se mantiene el Plan Potenciar Trabajo, aunque sin aumentos desde ahora por lo que se presume que la inflación irá bajar la presión de esos planes sobre el gasto) y la reversión de la baja en el impuesto a las Ganancias sobre los salarios que se sancionó por pedido de Sergio Massa durante la campaña presidencial y que el propio Javier Milei votó a favor.
El regreso a la aplicación de Ganancias sobre la Cuarta Categoría es, en realidad, una medida con doble intención: esta contemplada dentro de la suba de ingresos que calcula el gobierno para paliar el déficit y al mismo tiempo es una señal a los gobernadores que perdieron recaudación por la coparticipación de ese impuesto cuando fue derogado. En privado, gobernadores peronistas, radicales y macristas le venían mandando señales a Javier Milei para que se avanzará en eliminar ese cambio que se hizo en Ganancias.
Las medidas en un país en crisis
Javier Milei y Luis Caputo avanzaron con toda dureza en los recortes y dejaron para este miércoles la parte más importante del problema: la definición en el Banco Central de todas las medidas relativas al tratamiento del dólar, el pago de vencimientos, con yuanes por ahora si resultan las negociaciones con el antes enemigo y ahora más cercano Xi Jinping, y la política que se tomará con las tasas de interés y sobre todo los pasivos remunerados.
Sobre todo eso reinaban en la noche del martes decenas de interrogantes. De hecho, ni siquiera estaba claro en que nivel quedará, tras la devaluación a $800, el dólar tarjeta con el que cada argentino paga gastos y pasajes en el exterior. Se supone, según versiones, que no superará los $1.320, tras la disminución de algunas de las percepciones que se cargan en esas operaciones. Será clave la reunión que mantendrá Santiago Bausilli, nuevo presidente del BCRA, con los bancos para explicarles cómo funcionará el sistema cuando abran sus ventanillas.
Javier Milei pidió un ajuste mas duro porque sabe que no todo ese paquete terminará viendo la luz. Tendrá un éxito seguro en las medidas que puede aplicar por decreto o resoluciones de la AFIP o Comunicaciones del Banco Central. El otro tramo que debe pasar por el Congreso es aún un misterio y depende de la negociación entre bancas con un sector de Juntos por el Cambio, el schiaretismo y sobre todo la fuerza que aportes los intercambios con gobernadores. En ese listado esta buena parte del paquete: la reversión de Ganancias para la cuarta categoría, el nuevo esquema de anticipo de Bienes Personales, el régimen de retenciones: 15% generalizado y 30% para soja, la suspensión de movilidad jubilatoria, la moratoria impositiva y el blanqueo de capitales. Toda esta lista necesita leyes y un acuerdo en los recintos.
//