Angel Di María es el arma que Francia no se la esperaba. El Fideo es el jugador de la final, es el mejor socio de Messi cada vez que el 10 lanza el ataque. En sus pies nació la victoria parcial de 2-0, que por el momento lleva a Argentina a su tercer título mundial.
Como si con el 1-0 no alcanzaba, la Scaloneta armó un jugadón de contra entre Messi, Julián Álvarez, Mac Allister y Di María, que terminó definiendo Fideo, el hombre de los goles en las finales, para el 2-0 y desatar la locura Argentina.
Scaloni confió en Di María y Fideo armó la jugada que derivó en el 1-0: volvió a loco a Dembélé, quien le cometió un penal para que Lionel Messi quede cara a cara ante Lloris. El 10, el capitán, no falló y puso el primero de Argentina en la final.
La primera parte ha sido tan floja para Francia que su seleccionador, Didier Deschamps, hizo dos cambios antes del descanso: quitó del campo a Giroud y Dembélé y metió a Marcus Thuram y Kolo Muani.
La Albiceleste, que ganó en 1978 y 1986, está liderada por Leo Messi, que a sus 35 años se encuentra seguramente ante su última oportunidad de ganar un Mundial tras perder ante Alemania en la final de 2014.
El 10 argentino es el jugador del campeonato, del que es el máximo goleador con seis tantos con el de hoy, uno más que el francés Kylian Mbappé.
Francia ha dejado que Argentina domine la posesión desde el primer momento y la tropa de Scaloni ha aceptado el regalo con el cuchillo entre los dientes. Más intensos en el centro del campo, han evitado que los galos puedan arrancar con varias faltas tácticas.
Con Di María como dueño de la banda izquierda, Taglifico apenas se está incorporando al ataque y se queda atrás para formar la línea defensiva con Otamendi y Romero.
De momento, esta formación es un muro para Francia, que solo ha creado peligro en una jugada de estrategia rematada por Giroud, que ya está en el banquillo.
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