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8 de junio (Urgente.bo).- El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, recordó este lunes que a raíz de ciertas irregularidades que se detectaron en el proceso electoral del 20 de octubre del 2019, se anularon esos comicios generales y se optó por la Ley Excepcional y Transitorio para la realización de las Elecciones Generales, que la presidenta Jeanine Áñez y la presidenta del Senado, Eva Copa, promulgaron el 24 de noviembre del año pasado.
El vocal del TSE manifestó que se “dejó sin efecto y sin valor legal”, los comicios de hace nueve meses atrás. El 4 diciembre, una auditoria que realizó la Organización de Estados Americanos (OEA), del 2019, concluyó que “hubo manipulación y parcialidad” en el plebiscito del 20-O. Ahora ese informe es cuestionado por un estudio realizado por investigadores independientes que dicen que no es válido y se basan en datos que obtuvieron de una publicación del The New York Times.
“El Tribunal Supremo Electoral vino colaborando en permanencia con en este proceso de investigación judicial, y por otro lado, tomó en acta la decisión que adoptó el país en una ley que se aprobó de manera unánime en noviembre del 2019, que declaró sin efecto y sin valor legal, las elecciones 2019. (Es por ello) que fruto de esa anulación, es que el país se encamina a un nuevo proceso electoral que tiene tres características: técnicamente sólidas, políticamente imparciales y con las medidas de protección de la salud pública”, aseguró Romero.
En el artículo: “Una elección amarga. Acusaciones de fraude. Y, ahora, una reconsideración” que publica el diario norteamericano, dice que: “Los investigadores descubrieron que la conclusión de que los votos a favor de Morales aumentaron inexplicablemente una vez que el conteo se reanudó estuvo basada en datos incorrectos y técnicas estadísticas inapropiadas”.
“Examinamos detenidamente la evidencia estadística de la OEA y hallamos problemas con sus métodos”, dijo Francisco Rodríguez, un economista que enseña estudios latinoamericanos en la Universidad de Tulane. “Una vez que corregimos esos problemas, los resultados de la OEA desaparecen, sin dejar evidencia estadística de fraude”, añade el artículo.
El economista realizó el estudio con Dorothy Kronick, experta en política latinoamericana en la Universidad de Pennsylvania, y Nicolás Idrobo, estudiante de doctorado en la misma casa de estudios.
Los autores del estudio subrayan que el análisis sólo se enfoca en los datos de la OEA sobre los resultados de la votación, “y no prueba que la elección haya sido libre y justa. De hecho, se documentaron muchos problemas con la votación”.
Lo que no dice el artículo New York Times
Si bien el medio estadounidense hace referencia a que la OEA encontró evidencia de modificación de por lo menos 38.000 votos y que el expresidente Morales proclamó su victoria por un margen de 35.000, no dice que se detectó 226 actas electorales que tenían similitudes caligráficas, es decir, que fueron llenadas por una misma persona. Las observaciones corresponden a 86 centros de votación de 47 municipios del país y la mayor parte están en el área rural.
Otra de las observaciones que hizo el organismo internacional es que se creó un esquema tecnológico paralelo para que de forma deliberada se facilite “la manipulación de datos, suplantación de actas o cualquier maniobra...”.
El proveedor de la aplicación ingresó directamente a servidores del Cómputo Oficial de manera remota, a través de accesos mediante una Red Privada Virtual (VPN por sus siglas en ingles) y dice que fue esta persona que se negó a trabajar en las oficinas del Tribunal Supremo Electoral, donde estaban auditores y personal de la Dirección Nacional de Tecnologías de la Información y Comunicación (DNTIC).
“Esta persona trabajó remotamente sin supervisión alguna e informó por email los cambios realizados”, añade el informe de auditoría presentado por Luis Almagro.
En otra de las consideraciones, se explica que un individuo presentado como asesor de los vocales configuró un servidor en una red Amazon ajeno a la Trasmisión Rápida de la Trasmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) y cómputo, a través de una máquina Linux AMI virtual.
“Cabe resaltar que dicho individuo no formaba parte de la planta laboral del TSE ni de las empresas auditora o proveedora”, añade el documento.
El informe resalta que se proporcionó información falsa sobre el uso de la máquina Linux AMI virtual y se intentó ocultar de manera intencional la existencia del servidor BO20 al equipo de auditores de la OEA.
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