6 de marzo (Grecia Torrez/ El Compadre)- Cada día, en esta ciudad hay un movimiento de al menos 3 millones de dólares. Tiene más de 60 mil empresas, entre chicas y pequeñas. Es la segunda urbe más poblada del país y con el Censo del 23 de marzo se propone lograr el dato de que tiene 1,5 millones de habitantes. Y es el punto de paso hacia las fronteras con Chile y Perú. El Alto, aquella urbe que empezó como un satélite de La Paz, crece con el sueño de convertirse en metrópoli. Por ahora ya es la capital de los andes.
En medio de las carencias, El Alto avanza hacia el objetivo de convertirse en la metrópoli andina, la que se conecta con el altiplano boliviano, con el sur peruano y la que es vecina de la ciudad sede de gobierno. Ese aporte es posible gracias al crecimiento de su población que, además, es protagonista del desarrollo económico.
Según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística, hasta el 2021, El Alto tenía 1,089,100 habitantes, de cuyo total las mujeres representaban el 51,3% y los hombres 48,7%. “La migración es constante y permanente y sigue en tendencia a proseguir las migraciones desde el campo hasta la ciudad”, añade Mollinedo.
El crecimiento no es solo poblacional. Por el contrario, es principalmente económico. “El principal movimiento económico que genera la ciudad de El Alto es el comercio, más o menos se está moviendo 3 millones de dólares por día, es un movimiento muy interesante que se plantea en el tema de productos”, menciona Martín Moreira, analista económico.
El Alto, en realidad, es punto de partida para el interior y exterior del país. El aeropuerto es la “primera parada” en esta ciudad. El aeropuerto ha recibido a grandes personalidades, entre artistas musicales: Daddy Yanke, los colombianos “Morat” y más personajes como el Papa Francisco o Juan Pablo II, sin dejar de lado a reconocidos futbolistas como Lionel Messi
Si deseas salir del departamento, desde esta urbe se hacen las diferentes conexiones. “Tiene acceso a los puertos de Arica, Ilo, Iquique, Matarani, es la entrada principal de todas las cargas y productos que entran a La Paz.
La economía alteña
Ahora bien, el comercio es la principal actividad económica en esta ciudad, después se ubica el transporte. “Después está si no me equivoco es la manufactura por la cantidad de empresas que tiene y luego agropecuaria que también tiene esta ciudad, pero más en provincias”, añade Moreira. “Esta ciudad tiene cerca de 60 mil empresas entre medianas, pequeñas y grandes”, dice Moreira.
La manufactura, el transporte, el comercio formal e informal han incrementado en El Alto; según el especialista, al día existe un movimiento económico de 3 millones de dólares.
Las principales vías de salida de las mercancías de exportación son el Aeropuerto Internacional y la Zona Franca Industrial y Comercial. “El movimiento de mercancías por estas aduanas llegó a 1.362,3 millones de dólares, siendo la principal vía de salida el aeropuerto”.
Otro factor que va a cambiar a El Alto es el Centro de Medicina Nuclear, que es parte de la Agencia Boliviana Nuclear, y está ubicado en Parcopata. Allí se construye un complejo que ofrecerá diferentes servicios relacionados con este tipo de energía. Actualmente genera empleos directos e indirectos para la población paceña y alteña, con la diferencia de que los profesionales que trabajan allí son especializados.
“El Centro de Medicina Nuclear, aparte de generar una inversión en salud, permite la implementación de la industria radiofármacos. Es muy interesante porque a la vez ha generado empleos directos e indirectos”, asegura Moreira.
En la economía cotidiana, El Alto se distingue por ofrecer productos agrícolas provenientes de las provincias de La Paz a precios competitivos. Estamos hablando de tubérculos, carne del altiplano, verduras, hortalizas. La población alteña pone la mirada en el crecimiento e implementación de nuevas industrias. Ahí está el proyecto de la planta de biodiesel o la planta industrializadora de papa.
¿Ciudad dormitorio?
Los últimos censos han demostrado que El Alto es una de las ciudades con mayor crecimiento poblacional. De hecho, superó a La Paz, que es la tercera más poblada. Esto se debe a que la configuración geográfica de la urbe paceña es “accidentada y complicada; además, es muy cara en la canasta familiar, colegiatura y productos en general”, Rocío Mollinedo, jefa de Unidad de Ordenamiento Territorial del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto a El Compadre. Entonces, las personas optan por elegir algún barrio de la planicie de la joven ciudad.
“El ritmo de trabajo es diferente, por lo menos para la gente ambiciosa en El Alto, la gente que hace negocios fuertes se despierta en la madrugada y duerme a altas horas de la noche, a diferencia de La Paz encuentras comercio en determinadas horas”, comenta Alexis Argüello, director de Sobras Selectas, librería, editorial, miembro del Archivo Comunitario El Alto.
Argüello compara a El Alto con Las Vegas de Estados Unidos por diferentes razones: el orden en el caos, las grandes construcciones arquitectónicas con colores llamativos, los horarios de trabajo. “El Alto ha crecido exponencialmente y tiene tan solo 39 años”.
En ese contexto, el economista Moreira dice que la urbe alteña le falta un “mayor ordenamiento en su concepción de ciudad”, idea que va de la mano con lo que propone Argüello: “tener un alcalde/alcaldesa a la altura de El Alto” para implementar normativas, construcciones y proyectos que beneficien el crecimiento poblacional, geográfico, académico y económico.
“La Paz se ha quedado tan en el pasado, en la nostalgia (...) nadie apuntó a construir desde la identidad, desde la identificación de tus ancestros y demás, esto sin descuidar el tema de lo que es las relaciones internacionales. No podemos negar que vivimos en un mundo globalizado, y si bien hay alteños muy radicales que apuntan a reconstituir el Kollasuyo, el tema está en prevalecer en la identidad”, añade Argüello.
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