El Alto, (El Compadre para Urgentebo).- Wilma Alanoca Mamani es Ministra de Culturas y Turismo. También es la delegada política del gobierno de Evo Morales en la ciudad de El Alto, de donde ella es vecina. La autoridad de gobierno recibió al semanario El Compadre para hacer un análisis de la relación entre el Gobierno central y la urbe más leal al Proceso de Cambio, con motivo del trigesimo tercer aniversario.

En la conversación, Alanoca dice que El Alto se expresa a través de sus organizaciones sociales y que éstas salieron del adormecimiento que supuso, según ella, la llegada de Soledad Chapetón (Unidad Nacional) a la Alcaldía alteña. Asegura que los alteños hoy se movilizan por la visión de país.

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Wilma Alanoca, ministra de Culturas y Turismo de Bolivia (Foto: Alejandro Carrasco, Urgentebo)

¿Cómo evalúa las medidas que el gobierno para El Alto?

El Alto despertó del adormecimiento, a raíz del ingreso de la derecha a la alcaldía de El Alto, la que se encargó de dividir a las organizaciones sociales, las ha tratado de destruir, para ganar ventajas y tomar decisiones sobre el pueblo. Esta forma de gobierno, tan empresarial que tiene la alcaldía de El Alto, ha provocado que las organizaciones sociales recobren valor y adopten el derecho de reivindicar sus necesidades. Nosotros tenemos una lógica de trabajo e ideología para trabajar con los juntas vecinales, las organizaciones de comerciantes, Fesucarusu, personas con discapacidad. Esto nos permite ver qué realmente está faltando, dónde tenemos que invertir.

¿La Alcaldesa de El Alto no logró una relación con El Alto?

Ha logrado una relación obligada entre las organizaciones sociales de El Alto y la Alcaldía. No es sincera. Nosotros hemos mantenido una relación cercana y sincera por la ideología y personalidad del IPSP, a raíz de aquello hemos creado un plan de mejoramiento vial, planes de fortalecimiento educación e innumerables obras de alto impacto, como el Teleférico. Recordemos que estamos ejecutando dos líneas más, la Morada y la Plateada. Es decir, El Alto va a la modernidad, pero sin perder su identidad, manteniendo su personalidad reivindicativa. El Alto es una ciudad joven.

Desde el Ministerio de Culturas tenemos una visión de que El Alto debe recuperar la memoria, que no olvide no solo el 2003, ni cuál ha sido el impacto de esa lucha, cómo se ha logrado la nacionalización. Desde El Alto se ha dado un lineamiento político para todo el país, que nos ha permitido desarrollar políticas sociales a favor de todo el país. El Alto salió del adormecimiento, porque cuando la derecha entró a la Alcaldía provocó un shock, al descalificar a las organizaciones sociales, las confrontó. Luego vino la tragedia de la quema de la Alcaldía; los padres se quedaron realmente con temor a salir. El Alto se quedó adormecido y atemorizado, pero ahora está recuperado, y ha recuperado la planificación, la articulación. Y ustedes lo vieron el 21F, cuando la gente se movilizó a favor del proceso de cambio.

¿La división de la que usted habla ha sido superada?

Esa división hay que entenderla muy bien. La Alcaldía intentó fraccionar las organizaciones sociales para evitar las movilizaciones y,  tapar las reivindicaciones. No es que dividió a todo el pueblo alteño, si no que creó organizaciones paralelas. En El Alto, no se pueden crear organizaciones paralelas. Hubo y hay una gestión empresarial, la visión de Samuel Doria Medina, quien intenta ingresar de una y otra forma a El Alto, pero el pueblo no se lo permite. Por ejemplo, el día del 21F intentó ingresar, intentó hacerse escuchar en su cabildo, pero fue víctima de silbidos, hasta que tuvo que abandonar el lugar.  El Alto está consciente de su lucha. Sí, en algún momento estuvo molesto con la exgestión municipal, pero hoy mantiene su conciencia firme. No van a permitir el paso a quienes masacraron en El Alto, a los socios de Goni y Sánchez Berzaín.  Ellos no han logrado dividir a El Alto, para el alteño, la repostulación no es la defensa de una persona, sino la defensa de un proyecto político basado en la agenda 2025. El Alto pelea por una visión de país, no pelea por un espacio de poder, pelea por mantener la estabilidad política y económica que tenemos en el país.

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Wilma Alanoca, ministra de Culturas y Turismo de Bolivia (Foto: Alejandro Carrasco, Urgentebo)

¿Cómo se manifiesta eso de la defensa de visión de país?

La parte organica es muy importante para El Alto. Yo he sido delegada y vi que el relacionamiento es muy cercano. Hubo un momento en que el alteño pensaba en su calle, en el enlosetado y la iluminación de su calle. Pensaba en sus necesidades. Pero de cara a las definiciones políticas, El Alto es maduro. Faltan poco más de un año para las elecciones, los alteños tienen otra posición, piensan en el país cuando hablan de la generación de empleos, de la creación de empresas o de políticas de salud para todos, cuando dicen que se debe dar continuidad a la industrialización, están planteando una visión de país. En todos sus discursos, los dirigentes plantean una visión política para el país, desde El Alto. Esa ciudad, afectada por la intromisión de la derecha, hoy recobra el ánimo, el carácter orgánico y el discurso. Eso se percibo en todos los debates.

¿Hoy el gobierno escucha mejor a El Alto?

Creo que sí. En todo caso sería bueno que ellos lo digan, ¿no?. Sin embargo, las bases y los dirigentes dicen, el gobierno está más cerca de El Alto. No nos hemos limitado a una relación, nosotros planificamos, escuchándolos, lo que definen hacia dónde vamos. Hace dos años se vivía otro momento. Ahora El Alto estamos en un buen momento, asi llegamos a los 33 años.

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