Abril 27, 2024 [G]:

¿62 millones para el Teleférico?¿por qué no 30 para reconstruir La Paz?


Jueves 28 de Marzo de 2024, 5:45pm






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La gestión de recursos en nuestra ciudad es un desafío constante. Siempre hay necesidades y no siempre hay suficiente dinero para cubrirlas todas. Pero, ¿cómo podemos asegurarnos de que se asignen los recursos de manera inteligente para mejorar nuestra vida diaria?

Para abordar este dilema de manera efectiva, es fundamental realizar un análisis exhaustivo de las necesidades de la ciudad, identificando las áreas donde la intervención pública puede generar el mayor impacto positivo. En este sentido, la seguridad y la calidad de vida emergen como prioridades indiscutibles. La protección y el bienestar de los ciudadanos deben estar en el centro de cualquier decisión de planificación urbana.

En las últimas semanas, la ciudad de La Paz ha enfrentado una combinación explosiva de ineficiencia municipal y lluvias extraordinarias, sumiendo a la población en momentos de temor y zozobra. Los vecinos hemos sido testigos de ríos desbordados, deslizamientos de tierra, avenidas colapsadas y calles llenas de baches, convirtiendo la ciudad en un escenario más parecido a una zona de guerra que a un espacio urbanizado.

La reconstrucción de La Paz se hace imperativa ante una encrucijada esencial que exige una visión de desarrollo centrada en la vida de sus habitantes. Es crucial adoptar un enfoque que garantice la seguridad total de la ciudad, evitando así futuros riesgos como desbordamientos de ríos y deslizamientos que puedan amenazar la seguridad y el patrimonio de la población. Para lograrlo, es trascendental una asignación inteligente de recursos, priorizando proyectos que fortalezcan la infraestructura urbana y aseguren la protección de todos los ciudadanos, tanto en la restauración de la infraestructura dañada como en la expansión de nuevas infraestructuras.

Es crucial que estas decisiones de inversión se basen en evidencias sólidas, como mapas de riesgos y evaluaciones de probabilidades de riesgo, para garantizar una asignación de presupuestos efectiva y dirigida a mejorar la seguridad y proteger las vidas de los habitantes de La Paz. La reconstrucción no solo debe reparar los daños pasados, sino también preparar a la ciudad para enfrentar de manera más efectiva los desafíos futuros, asegurando un entorno urbano seguro y sostenible para todos sus residentes.

En este contexto, recordamos un proyecto impulsado por el gobierno nacional que resulta fundamental para mejorar la calidad del transporte en la ladera Este de nuestra ciudad: la extensión de la línea café de Mi Teleférico. A pesar de que el análisis de costo en 2018 estableció un límite de 28 millones de dólares para el proyecto, su financiamiento actualmente se está considerando en 62 millones de dólares en la asamblea legislativa. Esta discrepancia plantea interrogantes sobre la gestión eficiente de los recursos públicos y la transparencia en la ejecución de proyectos de infraestructura.

De ninguna manera el Estado boliviano puede permitirse realizar una inversión con sobreprecio. ¿Realmente necesitamos gastar tanto dinero en esto? Podemos hacer que el gobierno revise cuidadosamente este presupuesto para asegurarnos de que cada dólar se utilice de manera eficiente. Más aún cuando la ciudad de La Paz enfrenta otras necesidades y urgencias, como la mejora de la estabilidad del suelo, la mejora de canales y embovedados de sus ríos, y la implementación de medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos.

¿Cuál es la idea? La idea fundamental es priorizar la vida y la seguridad de los habitantes de La Paz, así como mejorar su calidad de vida, mientras se garantiza una asignación eficiente de los recursos públicos para evitar malversaciones, derroches o actos de corrupción en las obras destinadas a beneficio de los bolivianos.

Para avanzar en esta dirección, propongo que la Asamblea Legislativa, especialmente la Cámara de Senadores, solicite una revisión detallada del presupuesto destinado a la extensión de la línea café. Este presupuesto debe ajustarse para no superar los 32 millones de dólares en total, teniendo en cuenta la inflación mundial. Además, es necesario eliminar la inversión en paneles solares, que, si bien pueden ser útiles para la sostenibilidad del teleférico, no son prioritarios frente a las emergencias actuales. En tercer lugar, sugiero al Ministerio de Obras Públicas y al Banco Interamericano de Desarrollo reasignar 30 millones de dólares para financiar obras que mejoren la seguridad de La Paz, estabilicen el suelo y optimicen los sistemas de drenaje de la ciudad. En resumen, es fundamental considerar la implementación de varios proyectos en lugar de uno solo, priorizando la extensión de la línea café y las obras de infraestructura que mejoren la seguridad de los habitantes de La Paz, con un enfoque en el bienestar y la calidad de vida de la población.

En conclusión, la flexibilidad, la voluntad política y la transparencia son clave hoy en día para asegurar una asignación eficiente de recursos en beneficio de la comunidad. Es hora de replantear el proyecto de ley de financiamiento para la extensión de la línea café, garantizando que cada dólar invertido se traduzca en mejoras significativas para la vida de los habitantes de La Paz. Esperemos que estas recomendaciones sean consideradas seriamente, y que el resultado final sea un paso hacia adelante en la construcción de una ciudad más segura, próspera y sostenible para todos.

 

26 de marzo de 2024

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