‘El Faraón de las rutas, el piloto nacido en Egipto y boliviano por elección Alí Eid Alí Abo El Nour, falleció este miércoles 8 en la ciudad de Buenos Aires (Argentina), tras no poder superar una cirugía.
La noticia del fallecimiento de quien fuera uno de los más destacados pilotos de la década de los 80 y 90 del siglo pasado cayó muy mal en las filas del periodismo deportivo y el mundo del automovilismo.
Nació en Alexandria, Egipto, pero se enamoró del país y adoptó la nacionalidad boliviana. Aportó con su simpatía al deporte tuerca durante la década de los 80 y 90, surcando varias rutas del país e incluso siendo animador de la categoría Turismo mejorado de entonces. Ganó la competencia Gran Premio Jaime Paz y como todas las leyendas del automovilismo boliviano, compitió en el Circuito Oscar Crespo de Sucre.
El periodista Mario Roque Cayoja recuerda que llegó a Bolivia para cumplir tareas en la cocina de la Embajada de Egipto en La Paz y que luego se vinculó con la embotelladora Oriental de propiedad de Rafael Mendoza Castellón. "Fui papayero por unos cinco años", cuenta al tiempo de tomar un sorbo de té árabe en su oficina del barrio de Calacoto donde está Autoventa Ali.
“Lo conocí a fines de los años setenta como vendedor de autos en la cancha Zapata. Luego se instaló en inmediaciones del Monumento a Germán Busch en el barrio de Miraflores. Por lo que era llamado ‘El morocho de Miraflores’. Ahora en ese sitio está Funeraria Valdivia”, escribe en su reseña el periodista Mario Roque, uno de los pocos especializados en el automovilismo deportivo.
Alí Eid Alí fue uno de los competidores que animaba cada uno de las carreras de automovilismo, al punto que salvó su vida en más de una oportunidad.
“No olvida lo que vivió en la carrera nocturna "Doble Sorata". Una verdadera pesadilla porque exaltados pobladores de Achacachi lanzaban piedras a los coches de carrera. ‘Casi me cortan la cara al destrozar el parabrisas de mi auto. Era horrible, hermano. Sentía terrible frío sin parabrisas’", recuerda Roque.
El “Faraón”, también conocido como el “Morocho de Miraflores” en La Paz, deja un legado en el automovilismo, de la mano de su hijo, Ali Abo el Nour Simon, quien le siguió sus pasos y ahora compite habitualmente en las carreras nacionales y departamentales de La Paz.
